El Reiki es una práctica de sanación energética que se utiliza para equilibrar y armonizar el cuerpo, la mente y el espíritu. Sin embargo, hay situaciones en las que no se recomienda realizar una sesión de Reiki.

En primer lugar, si la persona tiene una enfermedad grave o crónica, se debe tener precaución al realizar Reiki. En estos casos, es importante consultar con un médico antes de recibir una sesión de Reiki, ya que la terapia puede interferir con el tratamiento médico convencional.

Otra situación en la que no se puede hacer Reiki es si la persona tiene un problema mental o emocional grave, como una crisis de ansiedad o depresión severa. En estos casos, es recomendable recibir tratamiento profesional antes de considerar una sesión de Reiki como complemento.

Además, si la persona tiene una herida abierta o una quemadura en la zona donde se va a realizar la sesión de Reiki, no se debe hacer la terapia. El Reiki puede provocar una sensación de calor en la zona tratada, lo cual podría empeorar el dolor o la inflamación de la herida o quemadura.

En casos de embarazo, algunas mujeres prefieren no recibir sesiones de Reiki durante los primeros tres meses. Aunque no hay evidencia científica que demuestre que el Reiki es perjudicial durante el embarazo, algunas personas consideran que es mejor esperar hasta que el feto esté más estable.

En resumen, el Reiki es una práctica segura y beneficiosa en la mayoría de los casos. Sin embargo, en situaciones como enfermedades graves, problemas mentales o emocionales, heridas abiertas o quemaduras, y durante los primeros meses de embarazo, se debe tener precaución y consultar con un profesional de la salud antes de recibir una sesión de Reiki.